
Uno ya sabe a que atenerse cuando ve algo (filme, cortometraje, mediometraje, serie, capítulo, anuncio o lo que se os ocurra) donde intervenga alguno de estos dos, pero ¿qué pasaría si una película empíricamente buena fuera interpretada por ambos al mismo tiempo?
Creo humildemente que el mundo, tal y como lo conocemos, dejaría de existir para siempre, o simplemente esa simple visión nos dejaría a todos ciegos de por vida (¡mira tú! que buen motivo para explicar la pérdida de la vista de los personajes de Ensayo Sobre La Ceguera de José Saramago).
Por favor, realizadores y directores de casting del planeta, incúlquense estas ideas en sus, a veces, descerebradas cabezas: “Prohibido inmiscuirse en la vida de los hombres”, como le dijo Jor-El (Marlon Brando) a su hijo Superman (Christopher Reeve) en Superman de 1978; y, sobre todo, ¡NO NOS HAGAN SUFRIR MÁS!
Super interpretación la de Jorge Sanz haciendo de sí mismo en Aída.
ResponderEliminar¡¡¡Es malo hasta haciendo de sí mismo!!!! Que fuerte!